Por Mª José Orozco
Isabel García-Velasco no solo es profesora de Geografía e Historia en el CEIPSO «Príncipe Don Felipe» de Boadilla del Monte (Madrid), sino que también es presidenta de la Asociación Madrileña de Profesores de Historia y Geografía. Además, es formadora de docentes en el uso de metodologías activas como el ABP (Aprendizaje Basado en Proyectos) o el juego en el aula, así como en la introducción y el buen uso de las nuevas tecnologías y las redes sociales en las clases de Historia. Pretende así conseguir un aprendizaje efectivo en los alumnos. En el I Encuentro Iberoamericano de Profesores de Humanidades será, además de ponente, miembro del jurado del concurso Haz apasionantes tus clases de Historia, que busca premiar proyectos docentes que innoven en esta materia.
¿Por qué un profesor de Historia tiene que participar en este concurso?
–Es importante para conocer a otros profesores y aprender nuevas metodologías. Sobre todo, para no sentirte solo en el objetivo de cambiar las cosas en relación a la asignatura de Historia.
¿Por qué es necesario innovar en las clases de Historia?
–El mundo está cambiando, nuestros alumnos están cambiando y nosotros tenemos que cambiar con ellos. Ya no solo en relación con las tecnologías; en los últimos meses estamos viendo avances como la inteligencia artificial y es evidente que una clase de Historia, un trabajo o un proyecto al uso, ya no tiene la función ni el resultado que tenía hace unos años.
¿Qué métodos innovadores utilizas en tus clases?
–Yo trabajo con la metodología ABP, el aprendizaje basado en proyectos, la deducción, plantear un problema y que los alumnos lo vayan resolviendo; una idea general y que ellos lleguen a conclusiones. También utilizo gamificación, dándole puntos y recompensas por lo que van consiguiendo. Hablamos de innovación; no son tanto las metodologías innovadoras, pero sí activas, que son el complemento a otro tipo de metodologías más convencionales.
¿Qué opinas de utilizar el metaverso en las clases de Historia?
–Soy la presidenta de la Asociación Madrileña de Profesores de Historia y, junto a mis compañeras, creemos que se le puede sacar mucho partido. Hay chats en los que se puede hablar con un personaje histórico y les pueden plantear sus dudas al chat de OpenAI. Es la realidad con la que se van a encontrar ellos cuando terminen la Secundaria, por lo que es básico que los profesores lo conozcamos.
Desde el centro en el que trabajas, ¿te dan facilidades para que apliques esos métodos en tus clases?
–Sin duda. El problema con el que nos encontramos es que no tenemos suficientes recursos. No es el “no querer”, sino que los centros educativos, los públicos en concreto, no tenemos suficientes recursos para poder implementar este tipo de metodologías o de elementos innovadores que surgen en el mundo tecnológico. No los podemos aplicar en clase como nos gustaría.
¿Cómo contribuye la historia a que los alumnos sean críticos?
–La historia es fundamental porque hay que conocer el pasado para comprender el futuro. Además, es muy fácil controlar mentes cerradas con poco conocimiento. Hay que trabajar mucho con los alumnos, que eso sí que es muy difícil porque la sociedad que les rodea les da unas premisas diferentes y no hay que juzgar la historia con los ojos del siglo XXI. Entonces hay que comprender cómo era la sociedad en cada uno de los momentos, analizarlo, intentar mejorarlo y no repetir errores. Todo esto comprendiendo que afortunadamente hemos cambiado mucho a lo largo de los siglos.
¿Consideras que se manipula la información en las clases de Historia?
–Los profesores somos objetivos, pero sí que tenemos que ser nosotros los guías. La tecnología está ahí; la información, también; pero el profesor de Historia es fundamental para guiar a los alumnos al lugar adecuado, indicándoles que es importante consultar más de una fuente.
¿Crees que los contenidos que aparecen en los libros de texto se elaboran de manera partidista?
–Quizá en algunos libros de texto sí, aunque considero que en la mayoría no.
¿Qué cambiarías del sistema educativo con respecto a la materia de Historia?
–Reduciría algunos contenidos porque son muy extensos. Tenemos menos horas para impartir la asignatura y el mismo contenido. Así que o se reducen ciertos contenidos o se amplían las horas. Pero como eso no es factible, habría que reducir para centrarnos en los que sean más importantes, enseñarles a discriminar qué información es correcta y cuál no, ayudarles a buscar y a utilizar las herramientas adecuadas, pero no dándoles todo el contenido porque es inviable. Además, ellos no tienen la capacidad ni de recordarlo ni de sentir el interés cuando les sobrepasa la cantidad de información que les quieres transmitir.
¿Crees que los profesores están abiertos a aplicar nuevas técnicas de aprendizaje en el aula?
–Sí. Hoy en día hay bastante formación, muchos encuentros y en ocasiones no tenemos el apoyo para participar en todas las cosas. Los profesores sí estamos abiertos, pero también cansados porque cada vez tenemos más trabajo administrativo, que no es el que le corresponde a un docente. Apenas tenemos tiempo para poder participar en ese tipo de proyectos. Además, estos en encuentros son en fin de semana, por lo que los profesores utilizan su tiempo libre para formarse. Considero que tenemos muchas ganas de cambiar y mejorar las cosas.
¿Nos puedes adelantar algo de la ponencia que realizarás en el I Encuentro Iberoamericano de Profesores de Humanidades?
–Es un certamen de Historia Moderna. Un concurso en el que los alumnos demuestran sus conocimientos sobre Historia Moderna a través de una plataforma con juegos. Previamente han tenido que ver una serie de vídeos y en un tiempo limitado responden al mismo tiempo que otros alumnos de distintos centros a una serie de preguntas a través de dinámicas interactivas online. Una metodología que se acerca más a su manera de entretenerse. Tuvimos mucho éxito el año pasado, lo que demuestra que tanto profesores como alumnos tienen ganas de hacer cosas diferentes.